viernes, 8 de marzo de 2013

Una Alemania que miente a su progreso multicultural




“El pasado 6 de Abril del 2012, en el periódico alemán Spiegel, el columnista Özlem Gezer, informo sobre la migración de varios roms al barrio berlinés de Neukölln, considerado uno de los barrios más pobres y con problemas en la mayor parte de Alemania. El ingreso de este grupo étnico a este país es con idea de buscar una mayor fuente de beneficios estatales y una esperanza de vida”. (Gezer, 2012)

La mayoría de la población Rom al llegar a territorio alemán, ha tenido que sortear diferentes obstáculos que le han impedido integrarse a la sociedad alemana, por cuanto su condición de marginación en Europa, ha hecho que durante varias décadas atrás se mantenga el estigma de minoría étnica. Esta condición cultural y económica, ha hecho  que la población no obtenga representación política en el Estado alemán y no pueda proteger sus intereses ante los diferentes tipos de discriminación que hacen las instituciones políticas y la sociedad alemana, excluyéndolos al acceso de los servicios sociales, legales y de salud.

Observamos que  las medidas adoptadas por las organizaciones de la sociedad civil como es el Centro de Políticas, Cultura e Investigación y el Gobierno Alemán, en  el proyecto de la reforma a la ley de inmigración, se establece la obligación que tienen los inmigrantes de  aprender el idioma, buscar un trabajo y una vivienda, en un período de tiempo limitado sin ningún tipo de contraprestación por el Estado Alemán, como pudiera ser el caso de la obtención de la residencia o ciudadanía alemana. Estas medidas, no alivian o mejoran de una forma sustancial la problemática de los inmigrantes, son solo soluciones cortoplacistas.

Una política de inmigración debe consultar y resolver los problemas fundamentales de estas personas en salud, empleo y educación que se logran otorgando representación a las minorías étnicas en las diferentes instituciones del Estado, buscando la igualdad y el respeto de  sus valores y creencias. La importancia de que sean reconocidas por el Estado Alemán como minorías étnicas es fundamental, por cuanto tienen la capacidad para negociar y solicitar el apoyo a las diferentes instituciones estatales, de lo contrario seguirán siendo considerados como cualquier inmigrante sin derecho a nada y sin poder solicitar el apoyo del Estado.

El diseño de una política de inmigración integral, debe ser concertado entre los países afectados y tiene que definir claramente las acciones, los derechos, deberes y responsabilidades de las partes para que no haya ni ganadores ni perdedores.

Como conclusión, considero que una reforma a la ley de inmigración debe considerar otros elementos como puede ser otorgar representación política a nivel institucional, logrando la posibilidad de tener acceso a los beneficios que tiene la sociedad Alemana.

Rodrigo Martínez.

Bibliografía
Gezer, Ö. (6 de Abril de 2012). Roma Immigrants Find 'Paradise' in Troubled Berlin District. Spiegel , págs. 1-2.


1 comentario:

  1. me parece en mi opinión, que la solución es obvia, es decir a todos se les debe otorgar el derecho de participar en las decisiones no solo del Estado de origen, sino del Estado de domicilio ahora bien siendo realistas la crisis de la UE hace mas complicadas las cosas para adquirir ciudadanía, no se puede esperar de un gobierno el darle la espalda a sus connacionales
    es decir, por el momento es mas complicado de lo que se piensa porque el gobierno Alemán no se puede exponer a tratar de la misma forma a nacionales y extranjeros domiciliados sin un plan de contingencia ante la inversión que habria de hacerse para que esto se logre
    pero los mecanismos de derecho los tienen asegurados pero habría que ver si les dan los derechos fundamentales para la vida humana

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