“El pasado 6 de Abril del 2012, en el periódico alemán
Spiegel, el columnista Özlem Gezer, informo sobre la migración de varios roms al barrio
berlinés de Neukölln, considerado uno de los barrios más
pobres y con problemas en la mayor parte de Alemania. El ingreso
de este grupo étnico a este país es con idea de buscar una mayor fuente de
beneficios estatales y una esperanza de vida”. (Gezer,
2012)
La mayoría de la población Rom al llegar a territorio
alemán, ha tenido que sortear diferentes obstáculos que le han impedido
integrarse a la sociedad alemana, por cuanto su condición de marginación en
Europa, ha hecho que durante varias décadas atrás se mantenga el estigma de
minoría étnica. Esta condición cultural y económica, ha hecho que la
población no obtenga representación política en el Estado
alemán y no pueda proteger sus intereses ante los diferentes tipos de
discriminación que hacen las instituciones políticas y la sociedad alemana,
excluyéndolos al acceso de los servicios sociales, legales y de salud.
Observamos que las medidas adoptadas por las
organizaciones de la sociedad civil como es el Centro de Políticas, Cultura e
Investigación y el Gobierno Alemán, en el proyecto de la reforma a la ley
de inmigración, se establece la obligación que tienen los inmigrantes de
aprender el idioma, buscar un trabajo y una vivienda, en un período de tiempo
limitado sin ningún tipo de contraprestación por el Estado Alemán, como pudiera
ser el caso de la obtención de la residencia o ciudadanía alemana. Estas
medidas, no alivian o mejoran de una forma sustancial la problemática de los
inmigrantes, son solo soluciones cortoplacistas.
Una política de inmigración debe consultar y resolver los
problemas fundamentales de estas personas en salud, empleo y educación que se
logran otorgando representación a las minorías étnicas en las diferentes
instituciones del Estado, buscando la igualdad y el respeto de sus
valores y creencias. La importancia de que sean reconocidas por el Estado
Alemán como minorías étnicas es fundamental, por cuanto tienen la capacidad
para negociar y solicitar el apoyo a las diferentes instituciones estatales, de
lo contrario seguirán siendo considerados como cualquier inmigrante sin derecho
a nada y sin poder solicitar el apoyo del Estado.
El diseño de una política de inmigración integral, debe
ser concertado entre los países afectados y tiene que definir claramente las
acciones, los derechos, deberes y responsabilidades de las partes para que no
haya ni ganadores ni perdedores.
Como conclusión, considero que una reforma
a la ley de inmigración debe considerar otros elementos como puede ser otorgar
representación política a nivel institucional, logrando la posibilidad de tener
acceso a los beneficios que tiene la sociedad Alemana.
Rodrigo Martínez.
Bibliografía
Gezer,
Ö. (6 de Abril de 2012). Roma
Immigrants Find 'Paradise' in Troubled Berlin District. Spiegel , págs. 1-2.
me parece en mi opinión, que la solución es obvia, es decir a todos se les debe otorgar el derecho de participar en las decisiones no solo del Estado de origen, sino del Estado de domicilio ahora bien siendo realistas la crisis de la UE hace mas complicadas las cosas para adquirir ciudadanía, no se puede esperar de un gobierno el darle la espalda a sus connacionales
ResponderEliminares decir, por el momento es mas complicado de lo que se piensa porque el gobierno Alemán no se puede exponer a tratar de la misma forma a nacionales y extranjeros domiciliados sin un plan de contingencia ante la inversión que habria de hacerse para que esto se logre
pero los mecanismos de derecho los tienen asegurados pero habría que ver si les dan los derechos fundamentales para la vida humana